El principio
En el principio, estaba el mundo de hielo Niflheim, y el mundo de fuego Muspelheim, y entre ellos estaba el Ginnungagap, un "hueco profundo", en donde nada vivía. En Niflheim había un caldero llamado Hvergelmir que borboteaba, y aquello que caía, lo hacía en Ginnungagap. Al tomar contacto con el vacío se transformaba en hielo, hasta, que al final, el hielo terminó llenándolo. Las ascuas de Muspelheim caían sobre el hielo, creando grandes nubes de vapor de agua, que al llegar otra vez a Niflheim, creaban un bloque de hielo, en uno de los cuales estaba un gigante primitivo, Ymir y una vaca gigante, Auðumbla de la cual se alimentaba Ymir bebiendo su leche. Ésta lamió el hielo, creando el primer dios, Buri, que fue padre de Bor, quien a su vez fue padre de los primeros Æsir, Odín, y sus hermanos Vili y Ve. Ymir era un hermafrodita y sus piernas copularon entre sí, creando la raza de los gigantes solo. Luego los hijos de Bor; Odín, Vili, y Ve; asesinaron a Ymir y de su cuerpo crearon el mundo.
Este mundo a su vez está dividido en otros nueve, los cuales están sujetos por las ramas de Yggdrasil, el gran fresno que se sitúa como eje del universo.
Los nueve mundos son:
Asgard, Alfheim, Midgard,
Svartalfaheim, Helheim, Muspellheim,
Niflheim, Jotunheim y Vanaheim.
La construcción del mundo fue llevada a cabo como ya hemos dicho por Odin, Vili y Ve, mataron a Ymir (el gigante primigenio), y cuando cayó, la sangre derramada por sus heridas ahogó la raza de los gigantes de la escarcha. Solo dos gigantes sobrevivieron a la inundación provocada por la sangre de Ymir, estos fueron el nieto de Ymir, Bergelmir y su esposa. Ambos fundaron una nueva raza de gigantes de la escarcha.
Odín y sus hermanos usaron el cuerpo de Ymir para crear Midgard en el centro de Ginnungagap. Con su carne se hizo la tierra. Con su sangre se formaron los mares y los lagos. Con sus huesos se erigieron las montañas. Con sus dientes y fragmentos de huesos se hicieron las piedras. De su pelo crecieron árboles y los gusanos de su carne formaron la raza de los enanos. Los dioses pusieron su cráneo sobre el Ginnungagap y crearon el cielo sostenido por cuatro enanos llamados Norðri, Suðri, Austri y Vestri. A estos enanos les fueron dados los nombres de Este, Oeste, Norte y Sur. Odín creó los vientos colocando a uno de los hijos de Bergelmir bajo la forma de un águila, al final de la tierra. Luego arrojó el cerebro de Ymir al viento y este se convirtió en las nubes.
Luego tomaron chispas del Muspelheim y las dispersaron a través del Ginnungagap, creando así las estrellas y la luz. Con trozos de madera devueltos por el mar, hicieron a los hombres. Crearon un hombre llamado Ask y una mujer llamada Embla. Con las cejas de Ymir, crearon una fortaleza para proteger la raza de los hombres de los gigantes.
Sól es la diosa del sol. Todos los días, cabalga a través de los cielos en su carro, tirada por dos caballos llamados Alsvid y Arvak. Sól es cazada durante el día por Sköll, un lobo que quiere devorarla. Los eclipses solares significan que Skoll casi la atrapó. Está destinado que Skoll, eventualmente, va a atrapar y devorar a Sól; sin embargo será reemplazada por su hermana. El hermano de Sól, Máni (la luna), es cazado por Hati, otro lobo. En la creencia nórdica, el sol no daba luz, que en cambio emanaba de Alsvid y Arvak.
El fin de este mundo llegará con la terrible batalla del Ragnarök, en la cual el mundo será destruido y después renacerá de nuevo.