miércoles, 12 de enero de 2011

Mitología no tan real.

No todas las historias de mitología existentes tienen porqué estar relacionados con alguna civilización actualmente existente, o directamente que haya existido. Aquí tenemos una demostración del origen de un mundo fantástico, más concretamente del mundo Pokémon que bien podría ser una de verdad.


Arceus
"Se cuenta que en el centro de la nada se encontraba un huevo. Dentro de éste se estaba engendrando aquél que sería creador de todos los de su raza.  Al eclosionar el huevo, de él salió al padre de todos los pokémon, Arceus. Justo tras de él nació Darkrai, sombra de Arceus, y Cresselia, su luz.

Mew
El primer Pokémon creado por Arceus fue Mew, poseedor de la clave del universo y encargado de guardarla. El segundo fue Diagla, aquél que se encargó de crear el tiempo, y en tercer lugar a Palkia, quién  engendró el tiempo.
Por otro lado, la luz de Arceus, Creselia, dotó de vida al trío de elfos de Sinnoh(1)  formado por Uxie, Mesprit y Azelf. Cada uno de estos tres elfos legendarios fueron los encargados de dotar a los demás pokémon de emoción, sabiduría y voluntad, además de ofrecerles espíritu y características propias de cada uno de los elfos legendarios. Arceus por su parte creó a Jirachi, un pokémon a modo de “genio” que concedía a la gente sus deseos una semana cada mil años.

Pero el mundo necesitaba un guardián que cuidase de la seguridad de todos, y por ello Arceus creó a Regigigas, el primero de los regi(2), creador y protector de la tierra. Pero no poseía el don de la vida siempre, sino que se lo congeló con la condición de que despertara cuando los tres regis menores (Regirock, Regice, Registeel) estuvieran frente a él, y cuando la tierra estuviera en peligro.

Entre los legendarios y Arceus se crearon pokémon de distinto tipo (agua, roca, tierra, fuego, etc.) para que ellos se encargar de crear los elementos necesarios para la vida. Por ejemplo, los océanos fueron cosa de Kyogre, Groudon y Rayquaza.

Cuando el universo y todos los pokémon estuvieron creados por los distintos legendarios, y el propio Arceus, éste se retiró a la Sala de Origen, en lo más alto de las ruinas del Monte Corona para descansar después de su gran creación. Y sólo saldrá de allí cuando la tierra corra un grave peligro. "

Sinnoh
Cresselia
Darkrai




miércoles, 22 de diciembre de 2010

Völuspá, el Origen del mundo. (Mitología Nórdica)

El principio
En el principio, estaba el mundo de hielo Niflheim, y el mundo de fuego Muspelheim, y entre ellos estaba el Ginnungagap, un "hueco profundo", en donde nada vivía. En Niflheim había un caldero llamado Hvergelmir que borboteaba, y aquello que caía, lo hacía en Ginnungagap. Al tomar contacto con el vacío se transformaba en hielo, hasta, que al final, el hielo terminó llenándolo. Las ascuas de Muspelheim caían sobre el hielo, creando grandes nubes de vapor de agua, que al llegar otra vez a Niflheim, creaban un bloque de hielo, en uno de los cuales estaba un gigante primitivo, Ymir y una vaca gigante, Auðumbla de la cual se alimentaba Ymir bebiendo su leche. Ésta lamió el hielo, creando el primer dios, Buri, que fue padre de Bor, quien a su vez fue padre de los primeros Æsir, Odín, y sus hermanos Vili y Ve. Ymir era un hermafrodita y sus piernas copularon entre sí, creando la raza de los gigantes solo. Luego los hijos de Bor; Odín, Vili, y Ve; asesinaron a Ymir y de su cuerpo crearon el mundo.
Este mundo a su vez está dividido en otros nueve, los cuales están sujetos por las ramas de Yggdrasil, el gran fresno que se sitúa como eje del universo.
Los nueve mundos son: 
Asgard, Alfheim, Midgard, 
Svartalfaheim, Helheim, Muspellheim,
 Niflheim, Jotunheim y Vanaheim. 
La construcción del mundo fue llevada a cabo como ya hemos dicho por Odin, Vili y Ve,  mataron a Ymir (el gigante primigenio), y cuando cayó, la sangre derramada por sus heridas ahogó la raza de los gigantes de la escarcha. Solo dos gigantes sobrevivieron a la inundación provocada por la sangre de Ymir, estos fueron el nieto de Ymir, Bergelmir y su esposa. Ambos fundaron una nueva raza de gigantes de la escarcha.
Odín y sus hermanos usaron el cuerpo de Ymir para crear Midgard en el centro de Ginnungagap. Con su carne se hizo la tierra. Con su sangre se formaron los mares y los lagos. Con sus huesos se erigieron las montañas. Con sus dientes y fragmentos de huesos se hicieron las piedras. De su pelo crecieron árboles y los gusanos de su carne formaron la raza de los enanos. Los dioses pusieron su cráneo sobre el Ginnungagap y crearon el cielo sostenido por cuatro enanos llamados Norðri, Suðri, Austri y Vestri. A estos enanos les fueron dados los nombres de Este, Oeste, Norte y Sur. Odín creó los vientos colocando a uno de los hijos de Bergelmir bajo la forma de un águila, al final de la tierra. Luego arrojó el cerebro de Ymir al viento y este se convirtió en las nubes.
Luego tomaron chispas del Muspelheim y las dispersaron a través del Ginnungagap, creando así las estrellas y la luz. Con trozos de madera devueltos por el mar, hicieron a los hombres. Crearon un hombre llamado Ask y una mujer llamada Embla. Con las cejas de Ymir, crearon una fortaleza para proteger la raza de los hombres de los gigantes.
Sól es la diosa del sol. Todos los días, cabalga a través de los cielos en su carro, tirada por dos caballos llamados Alsvid y Arvak. Sól es cazada durante el día por Sköll, un lobo que quiere devorarla. Los eclipses solares significan que Skoll casi la atrapó. Está destinado que Skoll, eventualmente, va a atrapar y devorar a Sól; sin embargo será reemplazada por su hermana. El hermano de Sól, Máni (la luna), es cazado por Hati, otro lobo. En la creencia nórdica, el sol no daba luz, que en cambio emanaba de Alsvid y Arvak.
El fin de este mundo llegará con la terrible batalla del Ragnarök, en la cual el mundo será destruido y después renacerá de nuevo.

La mitología como arma de creencia.

La mitología es un tema que muy poca gente sabe comprender.
En la Antigüedad, y antes de que llegaran a Grecia los filósofos, la gente creía en una serie de historias y cuentos que daban sentido a la vida.
Cuando alguien se preguntaba de dónde veníamos, para contestarse sólo tenía que acordarse de aquella vieja historia que alguien le contó una vez sobre cómo un Dios y su esposa copulaban continuamente; o como una vaca lamía un hielo dándole la vida a un Dios; o como un Dios Todopoderoso creaba un mundo, y sus moradores a su imagen y semejanza.
Son muchas las historias que se cuentan sobre el origen del mundo, y todas son verdaderas para quienes creen en ello, o son falsas para los que prefieren creen en el origen científico. Pero lo que sí es cierto y verdad, y ni nada ni nadie puede negarlo es que todas las distintas culturas se han alimentado de dichas historias para tener algo en lo que creer, han creado una explicación "lógica" a la razón de que ellos estén dónde están. Quizás sean leyendas que ahora nos parecerán disparatadas, pero en su día fueron el sostén de muchos que no tenían en nada ni nadie en quién creer y gracias a ello siguieron adelante.